¡Hoy toca una de misterio! En este caso de la mano de una autora que conocí gracias a la editorial dÉpoca y su 'El misterio de Gramercy Park'. Disfruté mucho con aquella intriga y el estupendo personaje de intrépida y decidida, Amelia Butterworth y esta vez Anna K. Green ha vuelto a conquistarme.
En 'Uno de mis hijos' volvemos a adentrarnos en la casa de una familia adinerada de Nueva York. Allí por casualidad recala Arthur Outhwaite cuando, mientras pasea por la calle, una niña reclama su ayuda porque algo le sucede a su abuelo, que no es otro que el poderoso financiero Archibald Gillespie. Poco puede hacer ya por él cuando llega a su encuentro, pero su presencia allí hará que se vea inmerso en la trama de su sospechosa muerte que apunta directamente como culpables a uno de sus tres hijos.
Si os gusta el misterio clásico, como a mí, esta es sin duda vuestra autora. ¡No por nada la llaman la madre de la novela de detectives! Y es que sus historias, y 'Uno de mis hijos' es así, tienen todos los elementos para engancharte irremediablemente: secretos, intereses encontrados, pistas falsas, revelaciones sorprendentes, un poco de romance...
Helen Allingham |
Recursos que logran que vivas el misterio junto con los protagonistas y te metas de lleno en este suspense familiar, en el que hay que estar muy atento a todos sus miembros. Algunos de ellos tiene cosas importantes que revelar y otras tantas también que ocultar y en ese sentido son como fichas de dominó puestas en fila en las que una afecta a la otra y la puede sostener o hacer tambalearse.
Así esta novela es más coral, sin una personalidad tan potente como la de Amelia y que no dejaba indiferente, y con trama muy bien desarrollada en la que casi lo de menos es el asesinato en sí del desafortunado señor Gillespie.
James Carroll Beckwith |
Un argumento muy bien narrado con un estilo que no es para nada farragoso, que es en lo que caen a veces las novelas de misterio para liar al lector. En este caso es todo lo contrario, no se anda con rodeos a la hora de contar la historia y su buen ritmo hace que incluso momentos en los que tiene que pararse a detallar más datos, como por ejemplo los interrogatorios o las conversaciones entre detectives, no se hagan en absoluto pesados y los leas con ganas de descubrir cualquier pista que te pueda ayudar a solucionar el caso.
Por momentos, en algunos giros, me recordaba a Wilkie Collins (debilidad absoluta por él), contemporáneo y admirador suyo. Así que si Wilkie le da su bendición, ¿qué más se puede pedir? Solo queda disfruta de esta novela tan entretenida que me han hecho estar aún más encantada de haber conocido a Anna K. Green y desear leer más cosas suyas.