miércoles, 22 de marzo de 2017

'Apartamento para tres'

Creo que en alguna ocasión os he comentado lo mucho que me gusta el cine clásico y pensé que podría estar bien compartir en el blog las películas que voy viendo y que pudieran resultaros interesantes (momento intercambio de Qué leería...Qué vería... :-D) ¡Espero que os guste la idea!

No estaba segura de cuál película podría ser la primera y una tarde de domingo perezosa me dio la respuesta: Apartamento para tres (1966), que a mí nunca me falla cuando quiero pasar un rato de buen cine y disfrutar de una película muy muy entretenida. 

Está protagonizada por el gran Cary Grant, que aquí interpreta a un hombre de negocios, Sir William, que llega a Tokio en plenos Juegos Olímpicos. Ante la imposibilidad de encontrar alojamiento en los masificados hoteles de la ciudad enreda a una chica inglesa, Christine, para que le deje compartir su apartamento durante su estancia. La situación ya de por sí un poco peculiar se complica cuando a esta extraña pareja de compañeros de piso se une un atleta de Estados Unidos, Steve. Sir William se tomará como algo personal el noble propósito de unir a los dos jóvenes aunque primero tenga que deshacerse del pedante novio de ella. 

Veis que con este argumento... ¡el enredo está servido! Y eso, cuando hablamos de comedia, a mí me pierde y siempre me funciona. Más si tenemos a Cary Grant en un personaje del que se espera que sea un caballero, con toda la flema inglesa, pero que en el fondo en un liante de mucho cuidado que no duda en jugar un poco "sucio" para lograr lo que quiere.


En ese sentido Christine le da el contrapunto perfecto (los dos actores además tienen una química muy buena) porque ella es súper cuadriculada, con toda su vida y futuro perfectamente organizados sin posibilidad de espontaneidad, que no da crédito a cómo ha acabado viviendo con dos hombres en su pequeño apartamento. La situación volverá su vida del revés y dará lugar a situaciones muy divertidas, por ejemplo el momento en que establecen el milimétrico horario de baño-desayuno de las mañanas. Es absolutamente genial.

Al igual que todas las triquiñuelas que se ven obligados a llevar a cabo para ocultar al repelente novio el escandaloso hecho de la convivencia a tres. Hay un viaje en barco en el que la cosa no puede estar más enredada.

Las escenas con él son también de carcajada porque es un cursi y petulante de mucho cuidado que no tiene mucho que hacer ante el torbenillo que es Sir William y el modo en que este logra enredarle con sus falsas adulaciones.

Apartamento para tres es una comedia clásica sin más pretensiones, pero fantástica para pasar un rato muy ameno. De esas películas "disfrutonas" que te dejan con una sonrisa cuando lo que apetece es desconectar. ¡No dejéis de verla!

lunes, 13 de marzo de 2017

'Frankenstein' de Mary Shelley

Hay historias, personajes... de los que han hecho cantidad de versiones para el cine o la televisión, se han escrito continuaciones o tramas paralelas, se les ha llevado como "artista invitado" a otras narraciones... que al final su sentido original se pierde y creo que justamente eso es lo que ha sucedido con Frankenstein

En la mayoría de las ocasiones queda reducido a un monstruo horripilante que va por ahí asustando al personal, pero todo su trasfondo se pierde. Y eso justamente es lo más bonito y lo más apasionante del texto original: los sentimientos que tiene la criatura, que sufre, ama, se desespera... del mismo modo que cualquier humano. Igual que aquel que lo creó.

En ese sentido no es en absoluto esa historia de terror con suspense y sustos teatrales que tenía en mi cabeza. Todo lo contrario, pienso que es muy intimista y se centra en los miedos más profundos y personales que todos podemos tener en el corazón: la soledad, el fracaso, la falta de afecto, perder a quien amas, la incomprensión... Esa clase de sensaciones que de verdad desasosiegan a quien las padece.

Esta es una novela pausada, nada sucede con precipitación y se toma su tiempo para explicarte cómo se llega a cada punto de la historia. La primera parte nos pone en antecedentes y conocemos mejor a Victor Frankenstein, el científico que creará al monstruo. Es genial el modo en el que la autora logra que nos interesemos por sus estudios, que comprendamos cuáles son sus pretensiones, su frustración y el porqué. Es la base para todo lo que vendrá luego.

El gran acierto de esta novela es que en ella vamos a ver en todo momento la dualidad Frankenstein/criatura. Cómo los ideales de grandeza de Victor, su irrefrenable deseo de conseguir lo que parece imposible, de hacer lo que nadie ha podido... le traen tantos remordimientos de conciencia cuando los materializa y se da cuenta de todo lo que traen consigo. Y esa misma lucha sin cuartel por hacer realidad sus deseos provoca también la desgracia de alguien que no ha pedido estar en este mundo y que se ve de pronto rechazado y desprotegido.

Puede ser un monstruo enorme, con fuerza desproporcionada, incontrolable en muchos aspectos, pero son muchas otras cosas lo que le hacen vulnerable. Es como si a un niño pequeño le dejasen en medio de la nada. ¿Qué podría hacer? Él es en origen bueno, pero no le dan oportunidades y ve como su afecto y anhelo por tener amistad, amor, compañía... son pagados con desprecio. Esas serán sus enseñanzas en los inicios de su vida y sobre bases tan duras y crueles deberá tomar sus decisiones.
Ilustraciones de Bernie Wrightson

La autora logra que en muchos momentos empaticemos con la criatura, la hace tan humana como cualquiera de nosotros, y así consigue que comprendamos sus sentimientos. Nos lleva a reflexionar también cómo nuestras vivencias, el entorno, aunque luego el paso definitivo sea sin duda nuestro y tengamos la libertad y responsabilidad de elegir, nos afecta para bien y para mal y ¡de qué manera!

Todo ello escrito con un talento increíble. Me encanta cómo usa el recurso de las cartas para dar inicio a la historia, la pasión que tienen cada uno de los personajes, los giros de la trama que te dejan con el corazón en un puño, la tensión que va subiendo sin parar... Mary Shelley es una narradora que merece mucho la pena.

Os animo de verdad a que leáis este libro. Si sois fans del Frankenstein del cine vais a descubrir su interesantísimo origen y todo lo que hasta el momento no nos había contado. Y si es un personaje que nunca os haya atraído especialmente, ahora sin duda descubriréis una historia apasionante y para nada tópica. ¡No la dejéis escapar!