Mi querida Magrat siempre me decía: "¡lee 'La inquilina de Wildfell Hall' que te va a encantar!" y...¡al fin le he puesto remedio! Y tengo que decir que tenía mucha, mucha razón. He disfrutado cantidad con esta historia de la más olvidada de las Brontë (el talentazo que había en esa familia).
El libro empieza al más puro estilo de esas historias que tanto nos gustan. Un buen día la sombría y abandonada mansión de Wildfell Hall vuelve a ser habitada por la señora Graham y su hijo, una joven viuda que pronto despierta la curiosidad del vecindario. ¿Por qué ha elegido ese lugar tan desolado? ¿A qué se debe su tristeza y desconfianza? ¿Qué misterio oculta?
Una de las cosas que más me ha enganchado de la historia es, sin duda, cómo está contada. El primer capítulo es ya una llamada de atención al lector, porque leemos una carta en la que quien escribe promete al destinatario, que podríamos ser nosotros mismos, un relato detallado de todas sus vicisitudes que no son pocas. ¡Y queremos saber cuáles!
A partir de ese momento nos adentramos en una comunidad al más puro estilo de época: jóvenes casaderas, galanes, intenciones, habladurías, amistad, algún que otro secreto,... y de pronto un cambio total de voz y descubrimos de primera mano un diario que será la clave de todo, una historia dentro de la historia
En esas páginas sabemos cómo la protagonista ha llegado hasta el momento actual y por todo lo que ha tenido que pasar. Está muy bien llevado porque esa primera persona te acerca mucho a ella, es un relato muy sincero de lo vivido y además nos presenta a un grupo de personajes que le da la dosis de enredo necesaria y de intriga para mantenerte en alerta.
En ese diario hay también mucha parte de reivindicación de la mujer, de las situaciones que muchas veces le tocaban pasar y cómo debía sobreponerse a ellas. Y la señora Graham lo hace con una entereza y una fortaleza envidiable en muchos momentos.
Está muy bien caracterizada. De ella me gustan su decisión y su iniciativa y como asume los pasos pasos que ha dado. Aunque a veces peque de querer quedar demasiado por encima y pienses que sus reacciones son un poco forzadas; si bien es verdad que ella es la primera que se exige a sí misma.
En cuanto al resto de personajes, crecen o se empequeñecen ante los ojos de la inquilina. Su papel primordial es el de aportar a la trama todos los matices necesarios para que crear suspense, que la historia enganche y nos encontremos con más de una sorpresa y giros soprendentes (como por ejemplo las damas criticonas).
Por otro lado, hay momentos que me gustan especialmente como toda la escena que se produce en una excursión, la visita a un estudio de pintor o el papel del señor Lawrence que causará más de un desvelo. Detalles que serán muy importantes en el desenlace ;)
Así que no os ocurra como a mí y no dejéis pasar mucho tiempo sin leer este libro. Vais a tener la sensación de volver a casa, a esa forma de narrar que tanto disfrutamos en el que todo se toma su tiempo, pero que nunca decae, y las páginas pasan como si nada. ¡A por ella! No os va a defraudar.
A partir de ese momento nos adentramos en una comunidad al más puro estilo de época: jóvenes casaderas, galanes, intenciones, habladurías, amistad, algún que otro secreto,... y de pronto un cambio total de voz y descubrimos de primera mano un diario que será la clave de todo, una historia dentro de la historia
Gustave Leonard de Jongh |
En ese diario hay también mucha parte de reivindicación de la mujer, de las situaciones que muchas veces le tocaban pasar y cómo debía sobreponerse a ellas. Y la señora Graham lo hace con una entereza y una fortaleza envidiable en muchos momentos.
Está muy bien caracterizada. De ella me gustan su decisión y su iniciativa y como asume los pasos pasos que ha dado. Aunque a veces peque de querer quedar demasiado por encima y pienses que sus reacciones son un poco forzadas; si bien es verdad que ella es la primera que se exige a sí misma.
Charles Baugniet |
En cuanto al resto de personajes, crecen o se empequeñecen ante los ojos de la inquilina. Su papel primordial es el de aportar a la trama todos los matices necesarios para que crear suspense, que la historia enganche y nos encontremos con más de una sorpresa y giros soprendentes (como por ejemplo las damas criticonas).
Por otro lado, hay momentos que me gustan especialmente como toda la escena que se produce en una excursión, la visita a un estudio de pintor o el papel del señor Lawrence que causará más de un desvelo. Detalles que serán muy importantes en el desenlace ;)
Así que no os ocurra como a mí y no dejéis pasar mucho tiempo sin leer este libro. Vais a tener la sensación de volver a casa, a esa forma de narrar que tanto disfrutamos en el que todo se toma su tiempo, pero que nunca decae, y las páginas pasan como si nada. ¡A por ella! No os va a defraudar.