viernes, 26 de diciembre de 2014

'El inocente' de Gabriele D'Annunzio

Tullio Hermil es un joven aristócrata italiano que somete a su esposa, Giuliana, a continúas infidelidades. Pero de pronto le asalta la sospecha de que su mujer, después de sufrir tantas traiciones, ha podido seguir su mismo camino y que ahora es posible que sea él el engañado. Enfermo de celos, su vida familiar se llenará de suspicacia, dudas y desconfianza que traerán consecuencias inesperadas.

Tengo que empezar diciendo que esta historia me ha impresionado muchísimo, desde el desarrollo de la trama, que no imaginaba fuese a ser así; el desenlace; el estilo del autor,...

Y eso que empecé renqueante, sobre todo por este último aspecto, porque se me costaba un poco adaptarme a esa forma de escribir, que me resultaba tan poética aunque fuese prosa. Pero ay cuando cogí el ritmo y empecé a apreciar, como se merecía, qué decía y cómo lo decía; pude disfrutar de una historia fascinante y completamente absorbente.

Y es que esta novela te atrapa, o al menos en mi caso así fue, por la complejidad de sus personajes, sobre todo de los protagonistas con los que es muy, muy difícil empatizar porque están tan metidos en sí mismos: en su amor, en sus deseos, en su relación, en sus obsesiones varias,... que no tienen tiempo, ni parece que ganas, de echar un vistazo a su alrededor y ver que hay más mundo y más gente.

Tom Roberts

Con una diferencia, en el caso de Guiliana todo esto, incluso ella misma, está supeditado a su marido a lo que él siente y padece y, en cambio, para Tullio, sus prioridades son él, él y después... él, de nuevo. No vaya ser que quede algún huequín de sus exigencias sin cubrir.

Mirad, por ejemplo, como explica su infiel y disoluto comportamiento:   

"Recuerdo (y mi perversión de aquel tiempo me sorprende) que entre la razones que a mí mismo me daba para aquietar mi conciencia, ésta era la más fuerte: la grandeza moral es fruto de violencia de los sufrimientos superados; para que ella tuviera la oportunidad de aparecer como una heroína, era preciso que sufriese lo que yo le hacía sufrir."

Es además un personaje tan exaltado que a veces hasta asusta porque todo lo vive con tal vehemencia y apasionamiento, que siempre está en el límite: desde la alegría más suprema, hasta una pena que le desgarra. Y como os decía, siempre con él en el centro en un alarde egoísmo enfermizo.


En mi opinión esta es también una historia que habla de asumir las consecuencias de los actos o de meter las cosas debajo de la alfombra, como sea, y seguir viviendo en una calma irreal y que todo siga igual. Aunque en todo ese proceso haya mucho sentimiento de culpa y arrepentimiento.

"La justicia de los hombres no me alcanza. No hay tribunal en la tierra que pueda juzgarme. Y sin embargo, preciso es que me acuse, que me confiese."

Jacques Tissot
El autor coge todos estos celos, odios, pasiones, obsesiones,... para ofrecernos un argumento nada trillado; al contrario te atrapa con una trama que te descoloca, en la que todo sucede poco a poco pero siempre con una razón de ser.

Es increíble también esa primera persona  que logra transmitir de un modo tan potente las dudas, los anhelos y el sinvivir de Tullio; como mientras la acción transcurre te mete de lleno en su cabeza, en sus pensamientos más íntimos,... para que vivamos junto a él como el ambiente se va enrareciendo más y más hacia la tragedia.

Esta historia merece mucho, mucho la pena; ya no solo por el suspense de qué ocurrirá, sino porque todo el desarrollo está narrado de un modo que conmueve, que siempre provoca una emoción y que no puedes más que admirar. Es literatura con mayúsculas y se nota, y se disfruta, así. Además viene con el sello de nuestra querida Editorial dÉpoca y eso sabemos que es una garantía. 

lunes, 15 de diciembre de 2014

'La señora Parkington' de Louis Bromfield

Mi estreno con Louis Bromfield fue con 'Volvieron las lluvias', una historia que me transportó sin escalas a la India colonial y que me atrapó desde el primer momento. Con tan buenos recuerdos era inevitable que cuando vi este libro en la biblioteca, no cayese en mis manos.

Esta vez cambiamos de continente y nos vamos a América, en concreto a Estados Unidos y a la ciudad de Nueva York en los años posteriores al crack del 29. La rica y anciana señora Parkington observa con desespero como su familia no ha heredado nada de su espíritu fuerte y luchador, salvo quizás su bisnieta Janie. A través de sus ojos, conoceremos no solo los problemas de sus descendientes, sino también los cambios en la sociedad estadounidense de principios del siglo XX. 

Esta es una novela melancólica, porque nos habla de decepciones y de expectativas nunca cumplidas, quizás porque fueran demasiado altas; de personas que no acaban de encontrar su lugar, a pesar de tener todos los recursos a su alcance o, incluso, a más posibilidades teóricas, más debilidades y desatinos.

Y en el centro, encontramos a la matriarca de este complicado clan. Un personaje fascinante porque es una mujer que ha sufrido muchísimo, pero que tiene una fortaleza y espíritu de superación admirable. Que juzga a los demás, y a sí misma, con dureza y que no puede con la indolencia, pero que sabe reconocer y valorar la valía y el esfuerzo más que nadie.

Colin Campbell Cooper
Es de esos personajes que por sí solos levanta cualquier trama. Y en ese sentido de lo mejor del libro son los capítulos que vuelven al pasado para mostrarnos su tortuoso camino hasta su acomodada vida actual.

Es muy interesante ver sus inicios en un Oeste casi ley y lleno de buscavidas, para pasar a una sociedad más selecta en la que aprender a cómo comportarse, cómo vestirse, de qué hablar,...  

Un recorrido en el que tiene todo que ver otro de los personajes más fuertes de la historia, el Mayor Parkington. Un hombre con un carácter arrollador y decidido que quiere llegar a la alta sociedad, a pesar de sus inciertos orígenes, cueste lo que cueste y haciendo lo que sea necesario, perjudique a quien perjudique.

Nada ni nadie, ni siquiera en su propia familia, se le pone por delante. Solo la señora Parkington aguanta el tipo en un auténtico duelo de titanes, porque son dos personajes con tanta presencia... 

Es increíble lo bien que el autor logró definir a estos dos personajes para hacerles tan atrayentes, a veces en el buen y otras en el mal sentido y que sus vivencias te atrapen. Y ante ellos sus descendientes tiene muy difícil aguantar el tipo, lo que ni quiere decir que sus historias no sean también muy interesantes y que además completan, desde un punto de vista diferente, el carácter de sus progenitores.

Es curioso que Janie, la gran esperanza de la bisabuela, es el personaje que para mí más flojea porque me parece que le falta un poco de empaque. Aunque quizás la idea fuera sencillamente la de presentarla como la excusa para mostrar el lado más tierno de la señora Parkington y ser un punto de esperanza cuando ve que todo lo demás desmorona.

Colin Campbell Cooper

La señora Parkington nos va a enseñar también, a través de las vivencias de su propia familia, pero también especialmente con sus reflexiones y comentarios, cómo la sociedad, el país,... comenzaba a ser distinto de los que ella conoció en su juventud y matrimonio. Un nuevo momento donde las formas y maneras antiguas tenían cada vez menos cabida.

Me encanta perderme en este tipo de tramas y más aún cuando lo hago de la mano de un autor como éste, que sabe cómo contar una historia para que disfrutes leyéndola y las páginas te vayan llevando casi sin darte cuenta.

Y es que con este este segundo Bromfield ya puedo afirmar lo que sospechaba :), que es un narrador fantástico. Si no habéis leído nada suyo, dadle una oportunidad en cuanto podáis porque la ambientación de sus novelas, sus personajes, sus tramas,... no decepcionan. 

jueves, 11 de diciembre de 2014

Oviedo dÈpoca

Como dice el refrán "lo prometido es deuda" y os había comentado que muy pronto escribiría una entrada contándoos detalles del día dÉpoca que pasamos en Oviedo en noviembre, coincidiendo con el Día de las librerías, así que preparados que ¡¡allá va!!

En julio fuimos a la conquista de Gijón al más puro estilo Jane Austen con mangas cortas y vestidos vaporosos y, esta vez, tocaba un vestuario más invernal y estando en Vestusta, el homenaje a la Regenta era obligado. E imaginaos además yo que soy una ovetense de pro :) No podría ser de otra manera.

Así que a primera hora comenzamos a vestirnos y os prometo que fue una ardua tarea, porque la de capas que llevaban aquellas mujeres encima era tremenda: encajes, miriñaque, cuellos, faldas con super cola, sombrero,... De verdad os digo que cada vez las admiro más, porque qué trabajo les tenía que dar aquel vestuario para moverse en el día a día. Pero eso sí... ¡¡¡era precioso!!! Como os decía en verano yo que soy doña sport, parezco otra cuando me visto así de elegante XD

La responsable de que pudiéramos lucir así de increíbles fue Susannah, sí, sí la editora de esos maravillosos libros que publica su editorial. La de horas que tuvo que dedicarle para que quedasen tan bonitos, incluso los sombreros a los que no les faltaba detalle. 

Además para prepararnos tuvimos dos ayudantes de lujo, Chari y Bea, del foro 'Historias de época'. Sin ellas hubiera sido totalmente imposible (¡¡gracias chicas!!)

Una vez listas, tocaba el paseo por Oviedo y allá que fuimos recorriendo muchos de los sitios más representativos de mi ciudad: el Campoamor, el casco antiguo, la catedral y cómo no la estatua de la Regenta, saludamos a Woody Allen, la plaza de la Escandalera, la estatua del viajero,... Vamos que si no habéis visitado nunca Oviedo... tenéis que venir :-D


Después de todo el recorrido y de recuperar fuerzas nos acercamos a la librería Cervantes donde íbamos a hacer esta vez la presentación. Es una de mis librerías favoritas y a la que visito muy, muy a menudo. A veces con más suerte y salir con algún botín y otras no tanto :( porque el vil metal no me deja. Pero disfruto igualmente perdiéndome por sus rincones. Así que poder hacer allí la presentación era muy especial.

Y a las siete en punto... listas para hablar de los maravillosos libros de la Editorial dÈpoca. Tengo mucha suerte porque a mí siempre me toca aportar el punto de vista del lector y es un auténtico placer poder comentar su argumento, el autor, qué nos podemos encontrar y las mil y un razones para leerlos. 

En esta ocasión hablé de sus dos últimas publicaciones 'El misterio de Gramercy Park' de Anna Katherine Green y 'La señorita Makenzie' de Anthoy Trollope (este último además con unas ilustraciones chulísimas de Iván Cuervo, ya veréis como os encantan). Dos libros fantásticos de verdad. 


El primero es de misterio de los buenos, con unos personajes geniales, especialmente su inolvidable protagonista, que os va a enganchar y no lo podréis soltar. Y el segundo, teniendo al gran Trollope como responsable es una apuesta segura, nos va sumergir en una historia de una mujer que siempre ha pensado en los demás y que un golpe de fortuna dará capacidad para pensar en sí misma y en lo que realmente quiere. ¡Una maravilla!

Y para cerrar el acto habló Rosa compañera de aventuras (¡un placer conocerte y compartir contigo este día!), junto a mi Magrat (en su caso solo medio día y... ¡la eché mucho de menos!, en esta recreación y nada más y nada menos que traductora de estas dos novelas. 

Gracias a su gran trabajo tenemos la suerte de tener estas obras en nuestro idioma, así que ole, ole. :-D Y todas las que se ven ya en el horizonte... mirad, mirad,... Me encantan todas pero veo por ahí cada título que ya cuento los días para poder leerlo.

Y al igual que en verano en Gijón, lo mejor  sin duda fue poder compartir este día con un montón de amigos (las risas que nos pudimos echar con todos ellos) y ver personalmente a toda esta gente fantástica que solo habíamos conocido hasta el momento en la blogosfera pero con la que ya nos tenemos un cariño nada virtual.

Las chicas de Historias de época, super Laura de Cargada de libros, la gran Polly de Pluma, espada y varita, responsable además de esta foto tan bonita de Almu. 

Muchas gracias a todos por participar y acompañarnos, tanto allí en persona como virtualmente que sé que muchos os hubiera encantado estar pero la distancia era demasiada, en este día tan estupendo que además era un poco el de todos, porque qué mejor momento de celebración para un lector que el Día de las librerías. ¡¡No se podía pedir más!!

Y ahora nos vemos el próximo día 20... ;)