sábado, 27 de septiembre de 2014

'La señorita Hargreaves' de Frank Baker

¡Qué ganas tenía de escribir la reseña de este libro! Me ha parecido divertidísimo y me lo he pasado tan bien leyéndolo que quería contárselo al mundo :-D

Norman Huntley tiene una imaginación desbordante y una particular tendencia a fabular. En una visita a Irlanda, junto a un amigo, se inventa para pasar el rato a un peculiar personaje: la señorita Hargreaves. Una octogenaria, sobrina de un duque, poetisa, amante de la música que viaja siempre acompañada de un perro, una cacatúa y una bañera. Satisfecho de su creación, se quedará de piedra cuando vean aparecer a la señorita Hargreaves en persona en su ciudad, dando lugar a situaciones de lo más surrealistas.

Ya desde las primeras páginas intuyes que esta historia te va a conquistar, ante todo por lo maravillosamente que está narrada. Es una primera persona supera amena, como esa gente sabe contar tan bien las cosas metiendo algún comentario gracioso, dándole un poco de misterio, con ironía, con un punto de reflexión, con sentido del humor,... que te pasarías horas escuchándola. Pues así escribe Frank Baker, de un modo sencillo pero no descuidado, al contrario, que hace que sea una delicia leerle.

Además de que tiene una imaginación maravillosa (¡tanta como su protagonista!) porque por ejemplo el momento exacto en el que surge la invención de la señorita Hargreaves o la forma en la que descubre que algo está pasando es buenísimo. Aún ahora recordándolo me está entrando la risa floja XD

Y luego está la señorita Hargreaves que es absolutamente genial. Excéntrica, metomentodo, inteligente, original, desquiciante por momentos, con su frase-bandera "detesto ponerme pesada" como antesala para conseguir todo lo que quiere,... ¡Debería existir de verdad porque sería digna de conocer!

Aunque consiga complicar muy, mucho la vida a Norman porque nadie cree su versión, como es bastante lógico por otra parte ¿os imagináis que alguien os cuente algo semejante?, y se preguntan de dónde viene esa estrecha relación de amistad: su madre, su novia, sus compañeros en el coro,... todos quieren saber... y de paso le toman el pelo para su consiguiente desespero.


Edouard Vuillard
Y a medida que la señorita Hargreaves quiere ser más independiente y no se conforma con ser una simple creación, sino que comienza a tener vida propia; aumentan los problemas para Norman y mejor nos lo pasamos como lector  porque su última ocurrencia siempre es más extravagante que la anterior dando lugar a momentos verdaderamente hilarantes.

Como cuando ella le está esperando en la catedral, donde el trabaja como organista, protagonizado por un atuendo muy especial o su huracanada llegada al hotel. ¡Grandioso!

Además nuestra señorita no es el único personaje estrambótico: el padre de Norman merecería un libro propio. Me encanta porque está en su mundo y le pregunten o le cuenten él siempre contesta o habla de otra cosa, de lo que verdaderamente le interesa. Así que con la señorita Hargreaves, que también va a lo suyo, se entiende a la perfección, aunque la llame de mil maneras diferentes salvo por su nombre correcto XD

Por otro lado, el autor también tiene tiempo para reflexionar sobre al creación literaria y lo hace a través de las dudas de Norman. Él quiere recuperar su vida y librarse de la señorita Hargreaves que le está volviendo loco por momentos, pero al mismo tiempo está orgullo de lo que ha creado y le gustaría gritarlo a los cuatro vientos. ¡No es para menos!

Edouard Vuillard
Así que no os puedo decir más que... ¡tenéis que leer este libro! Me ha parecido una absoluta gozada por como está relatado, por los personajes, por como todo se va desarrollando de un modo muy original y loco,... que hacen que sea una novela fantástica que os hará disfrutar y reír, que nunca viene nada mal.

Y no encuentro mejor manera para acabar esta reseña que con un poema de la propia señorita Hargreaves que dice mucho sobre ella misma y que me ha gustado especialmente:

"Me siento a veces mero pensamiento, 
vilano al aire, pluma al viento, 
la invención de un maestro de escritura
que no aspiraba a demasiada altura
y sin embargo... y sin embargo...
vine y voy, me muevo, duermo, respiro
como y bebo, hablo, río, suspiro"

viernes, 19 de septiembre de 2014

'La otra mecanógrafa' de Suzanne Rindell

¡SOS dirigido a todos los que habéis leído este libro! Necesito comentar el final de este libro porque cambio de opinión cada cinco minutos y de verdad no sé cuál de ellas es la interpretación correcta. En una gran duda me hallo :-)

Pero voy a centrarme y empezar por el principio de esta historia, que me lanzo y no os cuento las cosas bien. 'La otra mecanógrafa' nos traslada al Nueva York de los años 20. En una de sus comisarías trabaja como mecanógrafa una chica llamada Rose, que ve como sus días pasan monótonos trascribiendo las declaraciones de los detenidos. Pero la llegada de Odalie, una nueva mecanógrafa, alterará la rutina de la comisaría y cambiará por completo la vida de Rose.

Este libro entra de lleno en la categoría de novela negra. Un género que a mí me gusta comparar con un truco de magia porque juegan con el lector para confundirte  y que al final dudes de todo y de todos (como habéis podido leer en el inicio de la reseña, conmigo lo consiguió por completo).

Earl Christy
En este caso lo hace teniendo como base de la trama a dos protagonistas con caracteres totalmente opuestos. Rose, poco atractiva, bastante anodina, que ha tenido una vida sin demasiadas alegrías y satisfacciones y que irremediablemente queda deslumbrada ante la personalidad arrolladora de la atractiva y encantadora Odalie. Ella será quien le muestre un mundo nuevo y quien aporte diversión, emoción y lujo en su, hasta entonces, aburrido día a día.

Hasta ahí todo parece muy sencillo y sin más pretensiones, pero a medida que avanza la trama vemos que no lo es tanto. Comenzamos a tener la sensación de que las intenciones de Odalie no son inocentes y sinceras, que esconde algo... o quizás es Rose quien nos confunde y malinterpreta las situaciones. Porque realmente solo conocemos su versión, es ella quien nos cuenta lo que está sucediendo, sin más puntos de vista para contrastar. ¿Nos fiamos de ella?

Además su amistad tiene un toque de ambigüedad y exagerada fascinación que me ha recordado al que se relataba en 'El talento de mister Ripley' con Tom y Dickie. En el que llegado a cierto punto ya es todo tan confuso que no sabe cuáles son de verdad las intenciones, y sentimientos, de cada uno.

Fuente
En ese sentido, la autora logra aumentar esa sensación dejando caer frases de este estilo: "como más tarde comprendería, fueron momentos como ese los que acabarían destruyéndome". Un recurso que conmigo siempre funciona, porqué me gustan esos anticipos de misterio, de pensar qué va a cambiar o qué sorpresa me espera; que hacen que aumenten mis ansias lectoras.

Pero más allá de las "frases gancho" que nos podamos encontrar, me ha gustado en general el estilo de la autora. La narración es muy ágil y al mismo tiempo sabe pararse y describir con más atención cuando toca hacerlo.

La novela está ambientada en la época de la Ley Seca en Estados Unidos (lo que me ha interesado mucho porque es un momento histórico muy desconocido para mí) y toda la descripción de los clubes clandestinos te mete verdaderamente en situación; transmitiendo esa atracción que muchas veces tiene lo prohibido, cómo se las ingeniaban para saltarse las leyes y las legendarias fiestas que en ellos se celebraban.

Solo le pondría una pega. Me hubiese gustado que hubiera desarrollado un poco más algunas líneas del argumento que prometían mucho pero que luego me dejaron un poco a medias. ¡Quería saber más!

Fuente
Pero este es un "pero", valga la redundancia, muy pequeño porque 'La otra mecanógrafa' me ha gustado, me ha entretenido y me ha descolocado. Todo al mismo tiempo; para llegar a un desenlace que, como leíais al principio de la reseña, te deja con varias hipótesis en mente pero sobre todo con la sensación de haber leído una historia bien escrita y bien planteada.

Así que para disfrutar de un buen rato de lectura pero, ante todo, para comentar conmigo mis conclusiones, no podéis dejar pasar 'La otra mecanógrafa'. Cuento con vosotros :-D

martes, 9 de septiembre de 2014

'Qué leería Jane Austen' en Jane Austen's House

Había estado soñando con la posibilidad de visitar la Casa-Museo de Jane Austen ya ni sé cuánto tiempo (confieso que también con ilusiones más ambiciosas de hacer algún día todo el tour de lugares relacionados con ella, ¡ojalá lo pueda lograr en algún momento!); así que cuando este año surgió la posibilidad de volver a Londres, me dije "esta es la mía, esta oportunidad no la puedo desaprovechar".

Y ay cuando me vi allí, ay, ay, ay qué emoción más grande. ¡Fue una sensación fantástica! Pero no me voy a lanzar que me emociono y me disperso. Será mejor rebobinar y empezar por el principio :-)

La primera etapa del viaje fue Londres-Alton: una hora de tren y allí que llegas sin escalas. Hasta ahí todo bien fácil pero en este punto debo confesar mi pésimo sentido de la orientación; solo me las apaño en los aeropuertos y en el metro (como veis además de nula, mi orientación es caprichosa). Y claro eso me limita un poco, ups :-)

Al llegar a Alton simplemente había que coger un bus hacia Chawton y listo. Pero con ese handicap a cuestas, perderse era cuestión de tiempo; aunque tuvo como ventaja que entre vueltas aquí y allá pude conocer la ciudad pequeña de Alton que también me gustó. Tenía un ambientillo guapo, muy típico inglés.

Al final dimos con el bus correcto (uff) y como mi inglés deja mucho que desear me tendríais que ver preguntando a bocajarro al conductor "¿Jane Austen's House?", sin ningún tipo de introducción. Menos mal que era un chico muy majo y cuando llegamos a la parada justa lo indicó a grito pelao para que no hubiese confusiones. Thank you de nuevo :-D

Después de atravesar un cruce de órdago, solo apto para Austenitas con un claro objetivo, ¡llegamos a Chawton! Y tras un paseín entre unas casas preciosas... ahí estaba. Mil veces vista por internet deseando conocerla y en ese momento allí me encontraba, al lado de  la casa que tanto significa para todos los apasionados de Jane Austen. Mi cara de felicidad era antológica.


Siempre que visito cualquier lugar histórico lo que más me fascina es imaginarme a quienes lo habitaron o frecuentaron caminando por allí. Así que en este caso solo de pensar en Jane Austen... paseando por aquel lugar, andando arriba y abajo de aquella casa,... Os confieso que hasta me emocioné. Fue una sensación muy rara, pero buena.

Me encantó la sencillez y la autenticidad de toda la casa. Me explico. Las salas no están recargadas y con cantidad de cosas amontonadas, sino que se da protagonismo al lugar en sí que tiene mucho que contar, ambientado con objetos interesantes y que vienen al caso. Y un detalle que me gustó mucho: por todas las salas hay ramilletes de lavanda.

No es el típico museo que se ve que está preparado de la manera más comercial y listo. Al contrario se nota que quienes se ocupan de la casa son verdaderos admiradores de Jane Austen. Como pude leer está gestionado como museo independiente y depende mucho de voluntarios por lo que por ejemplo en la zona de cocina había una señora mayor haciendo cosas de papelería con frases de Jane Austen u otra señora muy espontánea que nos preguntaba si sabíamos tocar el piano, reproducción del que podría tener la familia, que allí estaba expuesto.

Por otro lado, no había mucha gente, ni barullo, que pudiese romper el encanto y la tranquilidad de aquel lugar tan especial. Además la casa está rodeada de un jardín no demasiado grande pero muy cuidado. De esos que invitan a quedarse horas y horas leyendo.

Una de las piezas más increíbles, sin duda, es la mesita donde Jane Austen escribió y revisó sus obras. La tienen colocada al lado de la ventana y cada mañana después del desayuno ella se sentaba allí a crear esas maravillosas historias. Ahí sí que ya aluciné, aquí me veis en la foto posando bien cerquita a ver si se me pegaba algo del talento que esa mesita tuvo entre manos. Ay solo imaginarla allí... Eso sí no la toqué, aunque ganas tuve, pero soy muy respetuosa para esas cosas (ay no se puede tener conciencia).

El recorrido por la casa no es demasiado largo y algunas zonas no se pueden visitar (lamentablemente) pero lo que sí podemos ver es una gozada; todo pintado de blanco, con techos no demasiado altos y las vigas de madera a la vista que en quedan tan bonitas. Y allí estaba yo mirándolo todo embobada, lanzando un suspiro a cada paso que daba y poniendo toda mi atención en no perder detalle y recordar bien todo lo que esta observando.

En la casa donde Jane pasó los últimos años de su vida podemos perdernos por la sala donde la familia pasaba su tiempo, el comedor, un buró maravilloso que perteneció a su padre y en cuya estantería vemos distintos ejemplares y en varios idiomas de sus obras, la habitación de invitados, el famoso anillo para cuya adquisición realizó un colecta popular (¿os acordáis?) el vestidor o su propia habitación en la que pasó los últimos momentos antes de trasladarse a Winchester para intentar curarse de la enfermedad que sufría. Allí está expuesto el texto que recuerda la impresión que se llevaron sus sobrinos cuando la vieron allí por última vez. Verdaderamente triste.


En definitiva, tanto tiempo soñando con visitar la casa de Jane Austen y cumplió más que de sobra con mis expectativas (espero haber sido capaz de transmitíroslo) porque es lugar que te transporta verdaderamente a la época que ella vivió allí y te la puedes imaginar paseando, escribiendo, pensando en sus historias, compartiendo el tiempo con su familia,... Una visita increíble.

La siguiente parada literaria del viaje fue Bath. Me encantó pasear por las calles que sirvieron de escenario a tantas y tantas situaciones de sus novelas. Es además una ciudad muy guapa con todas esas casas altas y estrechas tan características. Llovió todo el día con mucha alegría pero yo estaba tan feliz de estar allí que no pudo conmigo.

En Bath hay cantidad de referencias a Jane Austen como una de sus habitantes más ilustres, en ese sentido es muy diferente de Alton lo que me sorprendió de este último. Quizás sea porque Bath ha sido siempre una ciudad que recibe tal cantidad de visitantes que está más acostumbrada a resaltar sus puntos fuertes.

Aquí también tienen un museo dedicado a ella, The Jane Austen Centre, en el que te reciben vestidos al más puro estilo regencia. Me di una vuelta por la casa pero no entré a ver la exposición que allí tienen. Quizás cometí un error pero me pareció menos especial que Chawton, ya no solo por lo que significó esa casa en su vida, sino porque aquí todo tenía pinta de ser más estándar y más comercial. Pero ya os digo no sé si fue solo mi sensación.

Así que en esta ocasión me decanté más por callejear: the Royal Crescent, Circus, la abadía, el centro que estaba super animado,... Un día perfecto :-D .


Y no puedo resistir enseñaros dos detalles también literarios que me encontré por casualidad en Londres. El primero una escultura con forma de super libro dedicada a la gran Agatha Christie, colocada en Charing Cross Road. Es una escritora que me encanta, confieso que siempre me lío con los títulos de sus libros y ya no tengo claro cuál leí y cuál no, pero disfruto un montón con sus intrigas y sus enredados misterios.

Y otra sorpresa me esperaba en el barrio de Chelsea. En un paseo por una calle con unas casas espectaculares de bonitas me encontré con la casa en que murió una de mis escritores favoritas: George Eliot. 'Middlemarch' está en un puesto muy alto de las novelas que más me apasionan, así que me hizo especial ilusión ver la casa aunque  no estuviese ligada a un recuerdo muy alegre. Pero, bueno, tenía su historia.


Espero no haberos aburrido mucho con esta entrada tan larga pero me apetecía mucho compartir con vosotros todas estas visitas literarias. Sobre todo la casa- museo de Jane Austen. Fue una pasada estar allí y aún aumentaron más si cabe hacerme todo el tour por los lugares más significativos de su vida o las localizaciones de sus obras y de las pelis. ¡Hay que conseguirlo! ¿Quién se apunta :-D?

miércoles, 3 de septiembre de 2014

'La pequeña Dorrit' de Charles Dickens

Cada vez que me sumerjo en un libro de Dickens sé que voy a disfrutarlo al máximo, que me voy a emocionar, a reír, a enfadar, a lanzar algún suspiro,...

Pero sobre todo, estoy segura de que me va a atrapar y que voy a acabar el libro con una sonrisa y con la sensación de haber leído una historia inolvidable. Por eso cuando en el Club Pickwick elegimos 'La pequeña Dorrit' como lectura del mes, sabía que no me defraudaría.

¡Y así ha sido! Me ha encantado, solo con deciros que sus casi mil páginas se me han pasado en un visto  y no visto os podréis hacer una idea de lo mucho que me ha gustado. Además me ha servido para cumplir con otra de mis aventuras lectoras; el reto 'Adelántate a la peli'. En el club todas las personas que habían visto la serie solo hablaban maravillas, así que no me pude resistir :-D Pero empecemos por el principio y vayamos a por el libro.

Charles H. K. Browne
Amy Dorrit ha nacido y crecido en la cárcel para deudores de Marshalsea en la que su padre cumple condena. Con un carácter bondadoso y lleno de fortaleza,  trabaja duro para salir adelante y entre sus tareas se encuentra la de costurera en la lúgubre casa de la señora Clennam. Lo que no sospecha es que allí conocerá a Arthur, el hijo de la vieja dama, que se interesará por su bienestar, dando comienzo a una trama apasionante.

Magrat mi compi del blog Crónicas en ferrocarril me dijo un día la que, creo, es la definición más acertada de este libro: "una novela de personajes". Y es que en esta historia Dickens logra, una vez más, que tanto protagonistas como secundarios tengan un montón de matices, alejados de tópicos y que estén caracterizados con unos rasgos muy peculiares que les hacen únicos.

Es increíble la maestría que tiene el autor para dar a cada uno el aspecto que lo diferencia y lo logra con un gesto, una expresión, un tic,... Sin necesidad de dar rodeos, en dos líneas, es capaz de hacernos ver claramente cómo son cada uno de ellos.

Desde la heroína de esta historia, una joven de buen corazón y abnegada con aquellos que quiere, pero no de una manera forzada, ni pedante que hubiese hecho que no te la creas; su padre, que se considera un gran caballero pero al que me he podido entender en algunas actitudes hacia su hija a pesar de sus circunstancias; su tío, un hombre apagado y con poca suerte en la vida y que es de los personajes que más ternura me han inspirado; el buenazo de John que ama lo que no puede tener y se sacrifica por ello,...

Los Barnacle, burócratas y esnobs convencidos y orgullosos; la señora Clenanam, amargada y dominante; Arthur, noble y buena persona a pesar de la familia que le ha tocado en suerte y mis favoritas Flora y su tía, la primera con sus intrigas y misterios de niña aunque ya sea toda una señora y la segunda con sus salidas de tono cuando menos te lo esperas. Lo que me he podido reír con ambas XD

¡No me canso de hablar de ellos! Y hay muchos más que merece la pena conocer y que juntos dan forma a una trama que como siempre en los libros de Dickens nada es lo que parece y de algún modo todos están relacionados entre sí. Hasta el más mínimo detalle o un personaje que parece que pasa por casualidad, todos y cada uno aportan algo imprescindible y van a tener su papel en el desenlace.

Pero hasta de llegar a un final realmente genial, con esa sorpresa y giro de argumento que tanto caracteriza a sus libros; las páginas están llena de enredos, malos entendidos, situaciones inesperadas,... que hacen que no puedas dejar de leer para saber cómo se va a poder solucionar semejante lío.

Pero la trama está también repleta de sentimientos interesados o desinteresados, buenos o no tanto, prejuiciosos o nobles,... porque Dickens es un autor  muy de emociones, para que te impliques en lo que ocurre a su personajes: sufriendo o alegrándote con ellos, amándolos u odiándolos. Personalmente me emociono y me enternezco mucho con sus historias, logra llegar al corazón y ser tan emotivo... que yo siempre acabo sus novelas con casi con un suspiro; porque consigue también que te apliques esas emociones a ti mismo, que te toquen alguna fibra. Y eso siempre me conquista.

Charles H. K. Browne
Y Dickens no sería Dickens sin su parte de crítica social ante la situación de los más desfavorecidos, a los que se les niegan prácticamente todas las oportunidades y a esa gran sociedad preocupada solo por las apariencias y por el "postureo", podríamos llamarlo.

Como siempre muchas de las cosas que apunta se podrían trasladar a hoy mismo sin variación: el Negociado de circunloquios con esa burocracia desquiciante que elimina al sujeto que tiene ganas de hacer algo porque ese es el mayor pecado que podría cometer, ¡ser útil, a quién se lo ocurre!, y la especulación económica que se presenta con promesas de grandes beneficios que a tantos han arruinado.

'La pequeña Dorrit' me ha parecido, en definitiva, una historia que no se puede dejar escapar porque es fiel reflejo del mejor Dickens, ese que es capaz de crear personajes y tramas impresionantes, de emocionarnos, y de volver a sorprendernos una vez más de la mejor manera posible. Una maravilla :-D


Pero mi camino con este libro no acabó con la última página. Como os decía, en el facebook del club leía muchas referencias alabando la adaptación de la BBC. Así que no tuve más remedio que verla ;-)

Y debo decir que los elogios no eran exagerados y que ha cumplido con creces mis expectativas. Me ha parecido una serie preciosa, que respeta por completo el espíritu de la novela y que tiene como punto fundamental el acertadísimo casting que hicieron. Todos están fenomenales en su papel, no solo por las buenísimas interpretaciones sino porque son realmente ellos. Esos personajes que me enamoraron o me no me gustaron para nada, con esos rasgos tan singulares que el autor les otorgó, están reproducidos a la perfección en los actores.

La pareja protagonista es más que acertada. Para mí la química, cuando veo una peli o una serie, es fundamental y ellos la tienen; transmiten muchísimo con una simple mirada. Y no me ciega que Arthur tenga la facha de Mathew Macfaden ;-)

Además se nota que ha habido un gran trabajo de escritura de guión. No es fácil adaptar una obra de tal envergadura y resumir, alargar o reinterpretar las situaciones para que queden bien en imágenes y para que el espectador que no ha leído la novela conozca toda la información necesaria y siga la trama.

También hay una gran labor de entender las motivaciones del autor y de tener en cuenta qué quería contar él en cada momento; como se demuestra en lo bien reflejadas que están las relaciones entre los diferentes personajes y las decisiones que toman. Por ejemplo la de Amy con su padre, un hombre difícil de llevar a pesar de que ella le adora y le cuida como nadie o la conversación entre Arthur y John, casi al final, cuando se desvelan una verdad que al primero le había pasado, increíblemente por otra parte, desapercibida.

La ambientación es también fantástica, cada localización tiene todos los detalles, y el color, que le dan esa atmósfera tan distinta que se relata en la novela; como la tristeza de la casa de la señora Clennam o la alegría que se vive en la de los amigos de Arthur.

Así que, ¿qué os puedo decir? Me ha encantado perderme en 'La pequeña Dorrit' durante tantas semanas. Me ha parecido una historia maravillosa y muy, muy entretenida. Llena de personajes únicos y de sorpresas que te mantienen absolutamente enganchada. Si no la habéis leído, ¡no esperéis más! No os defraudará.