sábado, 28 de diciembre de 2013

¡Resumen fotográfico!

¡Hola a todos!

Como os decía en la anterior entrada, este post se escribe y se publica ya desde España. Llegué el domingo de madrugada (con maleta de 20 kilos en mano más equipaje de mano, ay me dolía todo) y con sentimientos encontrados: con penina por despedirme de los amigos que hice allí y lo bien que lo pasé, pero también con mucha alegría por estar en casa y poder ver a mi familia, a mis amigos y hacer las cosas que me encanta hacer cuando estoy en Oviedo.

Fueron tres meses geniales, llenos de cosas buenas: de nuevos amigos, viajes, trabajo, mucho italiano (el idioma eh, que os lo puse muy fácil para la broma jajajajaja), cultura,... En definitiva, ¡una oportunidad genial! 

Quiero daros también las gracias por todos vuestros mensajes y vuestro interés de todas estas semanas. Me sentí genial leyéndolos y muy emocionada. ¡¡Un millón de gracias!!

Y antes de comenzar con el ritmo normal del blog (¡ay qué ganas de volver a escribir regularmente y volver a leer vuestros blogs!), he pensado que el mejor modo es con imágenes de ese país tan maravilloso. Hice una selección, para no aburriros que cuando me lanzo..., de algunos de los lugares que pude visitar y que tanto me gustaron. ¡Espero que a vosotros también!

martes, 17 de diciembre de 2013

¡Disfrutando de los últimos días en Florencia!

¡¡Hola a todos!!

Tenía muchas, muchas ganas de volver a la carga con una nueva entrada. Todavía sigo en tierras florentinas, en la cuenta atrás porque vuelvo a casa el día 22, justo para las Navidades (muy de anuncio de turrón jajajaja), así que aquí estoy, disfrutando de los días que me quedan en Italia y haciendo un montón de papelotes que me piden para la beca. ¡La burocracia nos persigue allá donde vayamos!

Una de las cosas que más me ha sorprendido estas ultimas semanas es que parece que nos han robado la luz. No tenía ni idea de que aquí oscureciese tan temprano, yo creo que al menos una hora de diferencia con España la hay porque sobre las cuatro y media, más menos, empieza a ponerse la cosa oscura y a las cinco parecen las once de la noche.

Y el frío,.. ¡ay el frío que hace en esta ciudad! De esos que se te meten por los huesos y hace que te desaparezca el cuello de lo encogida que vas. Afortunadamente lo pocos grados han hecho que los mosquitos al fin desaparezcan.

Qué pesadilla, en mi vida me habían picado tanto y con tanta saña. Tenía las manos, lo único que dejaba al descubierto por la noche, de pena. ¡Unos vampiros en toda regla!

Y después de pasar tantas y tantas veces delante del David de pega, ya he podido ver el verdadero. Y como se suele decir, algo tiene el agua cuando la bendicen porque es sencillamente impresionante. Está justo al final de un amplio pasillo, en alto y cuando lo ves... guau, deja sin aliento. Es simplemente perfecto: las venas de las manos, las rodillas, el torax,... Parece que en cualquier momento va a cobrar vida. Lástima que no os pueda enseñar fotos porque está prohibidísimo, sinceramente yo creo que más que por motivos de conservación, es así para que luego te compres la postal (clin, clin, caja).


Por otro lado, en uno de los intercambios lingüísticos que hago me han descubierto una cosa en la que no me había fijado. Por toda la ciudad pueden verse inscripciones con pasajes de la obra Dante que recuerdan que en esos sitios ambientó sus escritos. No he leído aun nada de este autor porque me da mucho, mucho respeto pero para una loca de las citas es un detalle que me ha encantado.

Estas semanas he continuado con el ritmo viajero y he visto cosas preciosas. El viaje que más ganas tenia de hacer me llevó hasta Turín. Mi primera profesora de italiano (¡Pierangela va por ti!) es de un pueblo cerca de allí y siempre nos hablaba tan bien de la ciudad que me dije "esta es la mía". ¡Y no defraudó mis expectativas, que eran altas! Me pareció una ciudad chulísima, que tiene un centro histórico precioso con avenidas grandes y unas plazas de las guapas de verdad.

Además una de las avenidas principales estaba decorada con estos letreros luminosos que contaban una fábula y ahí sí que ya me conquistó del todo.

En esa zona hay unos cafés históricos, con una decoración clásica y muy cuidada que son como viajar al pasado. Si te sientas en una mesa te cobran un dineral pero en la barra (como me chivó mi profe) el café esta al mismo precio que en todos los sitios y allí me atrincheré yo para decir que me tomé un cafetín en la famosa Baratti. Además un espresso de estos fuertecillos para hacer de italiana verdadera jejejejej.

En Turín está el museo egipcio, dicen que el segundo del mundo, con unas piezas de las que te hacen preguntarte qué ha quedado en Egipto, y la famosa Molle Antonellana. Es un edificio muy bonito, altísimo para su poca base, de esos que lo miras y dices "cómo pudieron levantar esto años ha y no se cae y ahora, con todos los avances, montan cada lío con mucho menos".


Puedes subir a su "cima" y desde allí se ve todo Turín con los Alpes al fondo. Yo hice la subida a pie y fue la mejor decisión porque además de librarme de la super cola, te acompaña un guía que te explica todos sus secretos y puedes ver todos los recovecos, teniendo mucho cuidado con la cabeza porque hay sitios muy bajitos y estrechos.

Dentro del edificio está el museo del cine y me sorprendió muy gratamente porque lo tienen muy bien ambientado y para una friki de ‘La guerra de las galaxias’, ver una mascara de un soldado imperial ya es demasiado. O una copia del guion de ‘El padrino II’, ay que ganas de llevármela pa mi casa.

En Turín, en la basílica de Superga, están enterrados los miembros de los Saboya, la familia real italiana. Pero además de por su valor histórico, este sitio es muy bonito porque está en lo alto de la ciudad y para llegar tienes que subir en una especie de tranvía que te lleva monte a través (literal) poco a poco (o piano piano jejejej) hasta la basílica y vas viendo todo el paisaje. Lástima que estaba muy cubierto y no había muy buena vista de toda la ciudad, pero ya solo el trayecto merece la pena.


Además descubrí que Turín tiene mucha tradición chocolatera en especial los gianduiotti, unos bombones que están hechos con una mezcla de cacao y crema de avellana que saben a gloria. Un pedazito se va para España, aquí tengo el paquete como oro en paño. Mi compañera dice que tenemos otro inquilino en la habitación jajajajaja.

No quería irme de aquí sin visitar la zona del Chianti, así que planeamos excursión con primera parada en el pueblo de Greve para de ahí seguir a Castellina en Chianti, que dicen que es precioso. Pero los planes se tuercen y allí que nos encontramos sin autobús que nos llevase al destino, así que empezamos a caminar para ver un poco todo ese paisaje toscano y nos encontramos con una maravilla, un pueblo medieval llamado Montefioralle. ¡Me encantan esas sorpresas que te dan los viajes!

Era un pueblo muy pequeño pero genial lleno de rincones super bien cuidado con unas casas guapísimas, todo empedrado. Una pasada, hasta me alegré de quedarme en tierra sin bus.


Y casi, casi para rematar la temporada de viajes, un clásico Venecia!! Nunca falla, no importa las veces que vayas o que la recorras. Tiene algo especial que creo que es único y ¡laberíntico! La de veces que nos perdimos para llegar a un sitio o que después de dar veinte vueltas volvíamos al punto de partida. Pero perderse también es la mejor forma de conocer un sitio, ¿no?.


Tuvimos muchísima suerte ademas con el tiempo porque tienen preparadas las pasarelas que veis en la foto para el momento en que se inunda cuando lluevo. Es que es alucinante cómo ha subido el nivel del agua, hay ventanas que quedan a medio metro de los canales. No debe de ser fácil vivir en un sitio como Venecia.

Como buenas turistas nos hicimos un recorrido en vaporetto, ahi en primera línea para no perder nada del paisaje, tragándonos todo el ventoral que casi se me caen las manos, ¡pero encantadas! Cuando enfocas el gran canal y ves a un lado San Marco y al otro San Giorgio, es sencillamente una pasada.



Y ya no os entretengo más, me despedido contando que ahora Florencia está preciosa, adornada para la Navidad. Se lo curraron un montón porque en cada rincón hay guirnaldas, luces,...

Cuando cae la tarde y todo se ilumina... es muy bonito, se pone uno hasta melancólico, ay. En la foto veis la plaza del duomo con el super árbol que han colocado. Si ya es una pasada de normal, ahora luce más que nunca.

Y después de esta graaaannnn entrada que os acabo de líar, me despido hasta muy pronto; ¡la próxima ya desde España!